Hace
unos meses, mi pareja Samantha y yo establecen nuestra fecha de la
boda, y se dedicó a la tarea de encontrar un lugar para la recepción. Pensamos que echa un vistazo a la Montague en los jardines, y estamos muy contentos de haberlo hecho.
Desde el primer momento en que entramos, nos sentimos como si estuviéramos siendo invitados a una casa de familia en vez de un hotel. El personal que conocimos ese día era muy amable, y nos hicieron sentir como en casa. Nosotros, por supuesto, parecía en otros lugares posibles, pero nada más llegó cerca, y nos reservamos el Montague.
Durante los meses que siguieron, tuvimos una serie de reuniones con Jolanta, su Gerente de Eventos, y cada vez que nos trataron como VIPs. A lo largo de la planificación de la recepción Jolanta hizo todo lo posible para garantizar el día sería perfecto, incluyendo mostrando nuestro fotógrafo alrededor del hotel antes del gran día y nos pone en contacto con un excelente arpista con el nombre de Jharda. Ella también se aseguró de que las personas con necesidades dietéticas específicas fueron atendidos, así como algunos de nuestros clientes que tenían movilidad reducida. Parecía que nada era demasiado problema, y ella sugirió incluso pequeños extras (sin costo adicional) que no habíamos pensado, como tener una habitación con una Playstation y DVDs disponibles para cualquier niños que estaban aburridos.
Cuando el día finalmente llegó, en un día glorioso en septiembre, todos fuimos tratados como la realeza. las bebidas de llegada y de corte de la torta en el jardín de invierno, grandes y pequeños, y la terraza y terraza de madera. Utilizamos las escaleras exteriores para las fotos de grupo y la zona de recepción de fotografías de Samantha y yo, como las dos sillas a cada lado de la chimenea solo clamaron a utilizar. Parecía como si no estábamos simplemente contratando un salón para la recepción de nuestra boda, pero casi todo el hotel.
Esa noche, Samantha y yo nos alojamos en una magnífica suite, y el personal había ido todo lo posible para que sea romántico. Después de leer algunas de las críticas que esperábamos eso, y por lo que algunos de los toques románticos no eran una gran sorpresa, a pesar de que eran preciosas. Hubo, sin embargo, algunos detalles que definitivamente no esperábamos, y el efecto general nos dejó sin habla, superando todo lo que habíamos soñado.
Desde ese día hemos recibido numerosos comentarios que brillan intensamente. Para muchos uno de los grandes momentos de la jornada fue la comida, que era, como he dicho ya, absolutamente increíble. Uno de los niños dijo a sus padres que quería quedarse allí, ya que era el mejor hotel que nunca había estado, y uno de los mayores clientes, sin duda, un invitado en muchas bodas en los últimos años, dijo que era la mejor boda que ella tiene Ha estado alguna vez, gracias en gran parte al personal de la Montague.
Desde el primer momento en que entramos, nos sentimos como si estuviéramos siendo invitados a una casa de familia en vez de un hotel. El personal que conocimos ese día era muy amable, y nos hicieron sentir como en casa. Nosotros, por supuesto, parecía en otros lugares posibles, pero nada más llegó cerca, y nos reservamos el Montague.
Durante los meses que siguieron, tuvimos una serie de reuniones con Jolanta, su Gerente de Eventos, y cada vez que nos trataron como VIPs. A lo largo de la planificación de la recepción Jolanta hizo todo lo posible para garantizar el día sería perfecto, incluyendo mostrando nuestro fotógrafo alrededor del hotel antes del gran día y nos pone en contacto con un excelente arpista con el nombre de Jharda. Ella también se aseguró de que las personas con necesidades dietéticas específicas fueron atendidos, así como algunos de nuestros clientes que tenían movilidad reducida. Parecía que nada era demasiado problema, y ella sugirió incluso pequeños extras (sin costo adicional) que no habíamos pensado, como tener una habitación con una Playstation y DVDs disponibles para cualquier niños que estaban aburridos.
Cuando el día finalmente llegó, en un día glorioso en septiembre, todos fuimos tratados como la realeza. las bebidas de llegada y de corte de la torta en el jardín de invierno, grandes y pequeños, y la terraza y terraza de madera. Utilizamos las escaleras exteriores para las fotos de grupo y la zona de recepción de fotografías de Samantha y yo, como las dos sillas a cada lado de la chimenea solo clamaron a utilizar. Parecía como si no estábamos simplemente contratando un salón para la recepción de nuestra boda, pero casi todo el hotel.
Esa noche, Samantha y yo nos alojamos en una magnífica suite, y el personal había ido todo lo posible para que sea romántico. Después de leer algunas de las críticas que esperábamos eso, y por lo que algunos de los toques románticos no eran una gran sorpresa, a pesar de que eran preciosas. Hubo, sin embargo, algunos detalles que definitivamente no esperábamos, y el efecto general nos dejó sin habla, superando todo lo que habíamos soñado.
Desde ese día hemos recibido numerosos comentarios que brillan intensamente. Para muchos uno de los grandes momentos de la jornada fue la comida, que era, como he dicho ya, absolutamente increíble. Uno de los niños dijo a sus padres que quería quedarse allí, ya que era el mejor hotel que nunca había estado, y uno de los mayores clientes, sin duda, un invitado en muchas bodas en los últimos años, dijo que era la mejor boda que ella tiene Ha estado alguna vez, gracias en gran parte al personal de la Montague.
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